sábado, 15 de octubre de 2011

"EL SUBE Y BAJA"

Este martes, en "EL SUBE Y BAJA", el director GUSTAVO SASSI y el actor CLAUDIO VÉLIZ nos vienen a hablar de "LOS DÍAS DE FIESTA NO PASAN TRENES". Escuchanos a partir de las 16 en www.radiogol.com.ar ."EL SUBE Y BAJA", un punto de encuentro entre artistas.

http://arinfoaudios.homeip.net/subeybaja11102011.wma

miércoles, 12 de octubre de 2011

“Los días de fiesta no pasan trenes, la locura de la soledad.”

Por: Macarena Ordiz


Calificación: ★★★

Claudio Veliz, es Severo Vira. La trama inicia cuando él, cenando la noche de Navidad en su casa, se encuentra a la espera del hombre que más admira (y más odia), su patrón. A pesar del maltrato, espera. Pero no está solo. En la mesa, junto a él, se sientan tres amigos que acompañan su soledad. Un maniquí rubio sin piernas, un cuadro en blanco y negro y Martinita, una muñeca a la que trata como si fuera su hija. Veliz desarrolla un atractivo monólogo, con pasajes que van desde la risa al llanto y dejan a entrever lo ciclotímico del aislamiento.


Si bien la temática se vuelve algo monótona, el protagonista sostiene correctamente la atención del público interactuando con objetos inanimados y logrando que éstos parecieran responderle.

Severo Vira se queja de su poca relación con Ferdinan, su jefe. En el transcurso de su repaso por los recuerdos se conocerán algunos aspectos del pasado que lo definieron y lo moldearon para ser quien es hoy.

Los recursos escenográficos son aptos para generar el ambiente solitario y triste que requiere la puesta. La iluminación, por su parte, acompaña perfectamente el clima abatido de una noche de fiesta, a solas.

La locura de estar solo, e inventar un grupo social. La justificación del maltrato de un superior para poder seguir bajo su autoridad. La búsqueda de compañía llevada al extremo.

La obra escrita por Ezequiel Fernández, Raúl Giusto, Osjar Navarro y Gustavo Sassi llega a lo más profundo del espectador quien logra identificarse y observar que lo que está en escena no es nada alejado a la realidad, por el contrario, representa a la soledad en los tiempos que corren.

Ficha artística

Dramaturgia: Ezequiel Fernández, Rañul Giusto, Osjar Navarro, Gustavo Sassi
Adaptación: Gustavo Sassi, Claudio Veliz
Actúan: Claudio Veliz
Diseño de Luces: Leo D’Aiuto
Diseño gráfico: Martín Casanova
Asistente de dirección: Rosana Gallo
Prensa: Laura Castillo
Puesta en escena: Gustavo Sassi
Dirección: Gustavo Sassi

Otras críticas a "Los días de fiesta no pasan trenes":

http://losdiasdefiestanopasantrenes.blogspot.com/2011/10/critica-de-analia-pintos-de-violet.html

"Los días de fiesta no pasan trenes"

EL FINO ESPACIO ESCÉNICO - Paraná 673 (1° piso) - Capital Federal
Teléfonos: 4181-4201
Web: http://www.teatroelfino.com
Entrada: $ 40,00 y $ 30,00 - Sábado - 20:30 hs - Hasta el 12/11/2011

lunes, 3 de octubre de 2011

Crítica de Analía Pintos de The Violet Press Blog de críticas teatrales y otros espectáculos

domingo 2 de octubre de 2011

01/10/11 - Teatro: Los días de fiesta no pasan trenes (Fernández, Giusto, Navarro, Sassi)


Otra vez la soledad. ¿Qué rostro tiene la soledad? Para el protagonista de “Los días de fiesta no pasan trenes” (obra escrita por Ezequiel Fernández, Raúl Giusto, Osjar Navarro y Gustavo Sassi, y dirigida por éste último) la soledad asume numerosos (e inquietantes) rostros. El primero de ellos, el suyo propio, el que nunca (jamás) se quiere reconocer. Pero luego vienen esos rostros aún más siniestros: el del maniquí, el de la muñeca (Martinita), el del adusto retrato en blanco y negro, y el más acuciante de todos, el de ese hombre que nunca llega.
Con música de Sandro de fondo arranca una obra breve pero intensa, con picos de hilaridad que sirven para contrarrestar una atmósfera densa y cargada de pulsiones oscuras. De no contar con esa tenebrosidad, con esa siniestra familiaridad, la obra podría haber salido de la pluma de Manuel Puig, pues Severo Vira, el protagonista, es un modisto (o costurero) acostumbrado a trabajar con grandes estrellas. Sin embargo, los costados más retorcidos lo alejan de la estética pop y camp del autor de El beso de la mujer araña y otras obras inolvidables, y lo acercan más a los límites mismos de la locura.
Si se vuelve a la pregunta inicial, sin duda el rostro que tiene la soledad es el de la locura, el de la disociación, el de aquel no puede reconocer sus propias patologías. Noche de Navidad, Severo pone la mesa y departe con sus invitados: el maniquí, Martinita la muñeca, el adusto retrato. Lo que podría ser considerado un monólogo es claramente un diálogo, un diálogo sostenido maravillosamente a lo largo de toda la obra por la ductilidad escénica y vocálica de Claudio Veliz como Severo Vira.
Severo Vira no monologa, no habla consigo mismo, no se considera a sí mismo un ser fuera de lo normal: Severo entabla un diálogo por momentos dramático y por momentos desopilante con sus “invitados” y aunque éstos jamás contesten, la dinámica teatral hace que el espectador pueda llenar esos huecos aparentes con pasmosa rapidez y facilidad. Las vicisitudes de una vida a la sombra de una gran estrella, que como toda estrella es caprichosa, narcisista, egoísta e insoportable, van desfilando por los recuerdos que Severo enhebra con la misma habilidad con que le enhebraba las agujas a su mamá. Una vida al servicio de los demás termina siendo la sombra de lo que pudo haber sido y que, en esa triste, acaso última noche de navidad, tampoco va a concretarse.
En suma, “Los días de fiesta no pasan trenes” es una obra que, con la compleja elegancia de la simplicidad y sin apelar a golpes bajos ni de efecto logra hacer reflexionar al espectador sobre uno de los temas más acuciantes y vigentes de nuestros días: la terrible, ponzoñosa, inquietante soledad del ser humano.

Sábados, 20:30 hs.
Teatro El Fino
Paraná 673
Reservas: 4181 4201
Entradas: 40 $

Links de interés:


jueves, 1 de septiembre de 2011









El comienzo:

Un actor busca una obra a medida para abismarse a la experiencia del teatro unipersonal. Se conecta con el taller de los martes de Andrés Binetti, le pide un texto, Binetti no puede, entre sus proyectos y estrenos no queda tiempo, generosamente propone a los dramaturgos del martes escribir la obra.

Los dramaturgos:

Aceptan cuatro, lo asumen como propósito de unidad y de respuesta. Si para escribir una obra para un elenco, en general, alcanza con un dramaturgo, entonces cuatro dramaturgos escribirán la obra para un actor.

El trabajo:

La idea era un tratamiento continuo, casi circular, partir de la elección de una idea concensuada, entonces el primero escribía y luego le pasaba el material al siguiente que lo tomaba y sin corregir continuaba sabiendo que de alguna manera respetaba el proceso de creación de las otras tres partes que esperaban su turno para continuar o para recomenzar . Fueron dos vueltas, es decir casi dos meses. Al fin, en conjunto, se realizaron las correcciones. Un tiempo después nadie podía identificar cuál era la parte que había escrito, el texto se había convertido en un todo escrito por un dramaturgo que en realidad eran cuatro.

Llamado al actor:


El actor seguramente esperaba ansioso. La pieza debía estar lo antes posible y debía en lo posible respetar las medidas.

Tareas de sastres o de modistos y de eso hablaba el texto.

El actor busca un director:

El actor tenía un director, lo había conversado, el director estaba de acuerdo, estaban a punto de comenzar. El director salió con un martes trece.

El actor sale a buscar un nuevo director. Es una época extraña. Pocos directores, piensa el actor y su ansiedad aumentaba.

Busco un director decía cada vez que se le preguntaba algo. Era lo único que decía.

Un director desocupado:


Uno de los dramaturgos puede dirigir, no conoce al actor lo vio dos veces cuando el actor “encargó” la obra. El actor no conoce al director y además ve un director y se pone en guardia.

Hablan una tarde de sábado varias horas por teléfono.

Prueban.

Los ensayos:

Desmantelar, desmalezar, desaprender. Se sabe adonde ir pero hay que hacer el camino.

Palabras para espíritus curiosos:

El texto era familiar con el grotesco. Primo. El trabajo de dirección y la vocación del actor era responder armónicamente a esa familiaridad atravesando con toda naturalidad las formas de admiración y amor que llevan a la locura. Entonces, también ellos, primos de cierto naturalismo.

El personaje:


Severo Vira, costurero, empleado de un modisto famoso prepara la cena de navidad en su pequeño departamento. Mientras dispone los lugares, los platos, los cubiertos. Conversa con los únicos acompañantes de sus noches: un torso de maniquí, una foto arrancada de una revista, una muñeca, la soledad que algunos tienen y que toma una forma diferente cada día.

Las preguntas:

¿Qué rostro tiene la soledad? ¿Con quién hablamos cuando estamos solos? ¿Será posible hacer de cuenta que hoy es navidad o cualquier otra fiesta con tal de no sentirme tan solo? ¿Se puede amar de manera que tanta admiración se transforme en odio, en resentimiento? ¿En las noches de fiesta los trenes llevan maquinistas que también y como Severo Vira están solos, indefectiblemente solos?

Los objetos:


Todo o casi todo ha sido de su madre. La que amaba a Coco Chanel, la que cosía, la que un día se murió.

Palabras del director:

Para que la traición se cumpla en todos los órdenes, también esta puesta es una adaptación del texto original.

Detalles técnicos:


El espectáculo usa una mesa, cuatro sillas, un mueble, una posible ventana y una serie de cosas que tienen vida y que entran en una valija. Una valija grande.

“Los días de fiesta no pasan trenes”

Actor: Claudio Véliz

Dramaturgia: Ezequiel Fernández

Raúl Giusto

Osjar Navarro

Gustavo Sassi

Adaptación dramatúrgica: Claudio Véliz – Gustavo Sassi

Puesta de luces: Leo Daiuto

Diseño Gráfico: Martín Casanova

Imagen del afiche: Night Shadows de Edward Hooper. 1921

Fotografía: Silencio escénico

Asistente de dirección: Rosana Gallo

Dirección y puesta en escena: Gustavo Sassi

Sábados 20.30 (Recepción con una copa de vino) Función : 21hs

TEATRO EL FINO. Paraná 673 - 1er Piso. Reservas 4372- 2428.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires. República Argentina.